Una marea de personas, miles de corazones palpitando, la conciencia de saberse parte de una jornada histórica. Multitudes desbordaron la Plaza de Mayo y sus alrededores para participar de la Fiesta Patria Popular, evocando el 203° aniversario de la Revolución de Mayo y los diez años de la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, el sábado 25 de mayo.
Desde temprano, militantes provenientes de distintos rincones del país fueron confluyendo a lo largo de la Avenida 9 de Julio. Una inmensa columna de 30 mil compañeros de La Cámpora encabezó a las diversas agrupaciones de Unidos y Organizados. Familias, jóvenes, adultos mayores ya comenzaban a poblar la Plaza del Pueblo.Mientras la interminable peregrinación avanzaba a paso lento por las calles que confluyen en la Plaza, se sucedían las presentaciones musicales de artistas populares como Fito Páez y Silvio Rodríguez hasta que el acordeonista Chango Spasiuk acompañado por La Bomba del Tiempo recibió a la Presidenta.
Remarcando que no es eterna ni pretende serlo, la Presidenta pidió "que los cuarenta millones de argentinos se organicen y comprendan dónde están sus verdaderos intereses. Si no se organizan, si no participan, si no cuidan lo que es de ustedes van a venir por ustedes otra vez”. En ese sentido, la Jefa llamó a "emponderar" al pueblo para que nadie pueda arrebatarle todas las conquistas. 
Allí estaban todos: el adulto mayor que cobró por primera vez gracias a la decisión de reestatizar los fondos jubilatorios, el pibe que se enamoró de la política a partir de la llegada del kirchnerismo, los miles de chicos que asisten a la escuela pública, las víctimas del terrorismo de Estado que ven juzgar a los genocidas, las parejas que pueden casarse gracias a la ley de matrimonio igualitario, familias con trabajo y cobertura social. El Pueblo movilizado que ganó derechos y apuesta a defenderlos a pesar de los profetas del desánimo. 
"Ningún dirigente, ningún gobernante, por más capaz que sea, puede cambiar las cosas si no hay una ciudadanía dispuesta a participar activamente de ese cambio. Desarmado de egoísmos individuales o sectoriales, la conciencias y los actos deben encontrarse en el amplio espacio común de un proyecto nacional que nos contenga, un espacio donde desde mucha ideas pueda contribuirse a una finalidad común", abogaba Néstor, quien había llegado a la presidencia con menos votos que desocupados, cuando el país era un infierno y a fuerza de coraje, convicción y acción él lo rescató.
La Patria es el Otro resume el ideario, la unidad y organización es la consigna para que estos logros transciendan en el tiempo. "Tal
vez cuando dijo que no pensaba dejar sus convicciones en la puerta de la Casa
de Gobierno nos parecía que hacía honor a todas las generaciones a las que
había pertenecido, en realidad se iba a jugar y hacer todo lo que tenía que
hacer y sabía, como nadie, lo difícil que iba a hacer como nadie", reveló Cristina.
Hoy sus palabras resuenan y son realidad efectiva, por su trabajo descomunal continuado por Cristina. Es una d
