Introducción "El Barrio Vuelve"


Pablo Om
EDICIÓN de Ingrid Ox.
Introducción
Una noche, viajando en un Renault 9 destartalado que era uno de los pocos autos de la banda, charlaba con el compañero que manejaba. La charla giraba en torno a donde era el mejor lugar para vivir en la Ciudad de Buenos Aires. Hablamos como de 4 barrios distintos, hasta que ambos llegamos a la conclusión: “Tiene que ser de Lacroze para arriba” señalando con el dedo índice para adelante, para el norte.  El radio era de Lacroze hasta General Paz y desde Figueroa Alcorta hasta Constituyentes. La conclusión me quedó rebotando eternamente en la cabeza y se me despertó en el luminoso abril del 2012 cuando en una charla un histórico militante me dijo al pasar “yo venía muy seguido a estos barrios, que son Belgrano, Saavedra, Núñez, el bajo Belgrano. Para muchos de nosotros que decíamos que vivíamos en la cuna del peronismo que es el sur era una referencia muy fuerte, estos barrios después del ‘55 hasta los ‘70 concentraron un nivel de cuadros, de dirigentes que le daban vida a lo que parecía perdido que era el peronismo”. Empecé a sentirme presionado por la historia, a pensar, casi obsesivamente, que alguien tenía que contar la historia, que alguien tenía que poner en un libro todas esas anécdotas que iban saliendo de los rincones de las calles, de los cafés de los barrios, de las voces carrasposas y las gargantas con arena. Alguien lo tenía que decir y alguien lo tenía que escribir.  Solo quince cuadras separan al Monumental de Nuñez con Nestor Kirchner tomando la ESMA. Menos de diez cuadras hay entre la casa donde nació Goyeneche con la casa donde falleció Spinetta. Solo 30 minutos de caminata unen la casa donde se organizó el secuestro de Aramburu con la iglesia donde se confesaba Eva Perón. Había un hilo conductor invisible, un denominador común que los hermanaba a todos, y eran esas anécdotas con estos barrios. En mis largas caminatas de anochecer cada calle me gritaba, me pedía a gritos que la verdad salga a luz, pese a que estaba escrita en los paredones populares.

El barrio vuelve” entiende que no es uno el que vuelve al barrio, si no es el barrio el que vuelve a uno. Goyeneche cantaba “Yo soy el cantor de mi barrio, que vino hasta el centro buscando olvidar, con una guitarra templada y unos tangos viejos que aprendí al pasar...”  El corazón del barrio vive dentro de nuestros cuerpos y mentes.
“El barrio vuelve” también es un mensaje a la militancia, al “largo plazo”, al territorio. Nosotros apostamos a tener una estrategia de hormiga a largo plazo, por eso encontramos en el barrio el campo para dar la batalla cultural aun inconclusa. Definimos que estos últimos años fueron el puntapié inicial de un recorrido que encontrará su madurez en ocho años y que mientras tanto tendremos que completar nuestra tarea de acumulación dentro de un período especial de resistencia, que por las conquistas conseguidas, se llevará a cabo con lucidez y alegría. Nunca es una opción perder la dignidad para sostener una permanencia. Nuestra humildad en las victorias y nuestra coherencia en las derrotas serán nuestra bandera en el presente. Cada discusión que dimos es un granito de arena en la verdad histórica y un ejemplo para la construcción de las definitivas victorias.  Nuestro proyecto colectivo a largo plazo nos exige ser persistentes en el sendero de nuestro camino sin apurar el reloj con ansiedades coyunturales. Los vientos de la historia y nuestra dignidad nos llevaran al camino correcto. La historia nos absolverá y el tiempo nos dará la razón, como ya paso tantas veces. La única victoria verdadera es que la que lleva gloria, barro y sudor. En ese barco rebelde nos embarcamos con el objetivo como único destino.  Las palabras del Padre Domingo Bresci retumban en los techos altos de la iglesia. “Como decía el padre Carlos Múgica, no tenemos que bajar al pueblo sino subirlo. En los libros y en lo que te enseñan dogmáticamente no se puede transmitir lo que se conoce en la militancia.  Nosotros pensábamos que no íbamos a dejar nada, finalmente dejamos mucho: los jóvenes de ahora continúan con nuestra tarea y también van a dejar mucho”.