Marcha por el Día de la Memoria

Cada 24 de marzo es igual y distinto al anterior. Se reiteran el clima, la pluralidad de los convocados, el recorrido desde las cercanías hasta la Plaza de Mayo. Cambian la cantidad de los presentes que crece año a año; se agregan pedidos de justicia, esta vez con el foco estuvo puesto en los grupos económicos por su rol durante terrorismo de Estado. Pero la bisagra la marcó el año 2003, cuando los conceptos Memoria, Verdad y Justicia viraron rotundamente y pasaron de ser reclamos desesperados a materializarse gracias a la decisión política de Néstor y Cristina Kirchner, que hicieron de esas banderas políticas de Estado.

En esta ocasión, miles y miles de compañeros de La Cámpora de todos los rincones del país conformaron una de las columnas más numerosas de la movilización. Con militantes que se suman año a año, los de la Comuna 12 fueron parte de esa masa inabarcable y estuvieron presentes en una de las movilizaciones más significativas en el país. Imposible cuantificar a los manifestantes, el desfile por las calles principales y aledañas es constante y se renueva a cada segundo. El clima, a pesar de la fecha que se recuerda, es de festejo, que invita a la reflexión y al recuerdo de treinta mil.

Cuando la bandera con las fotos de los desaparecidos llevada por las Madres y Abuelas entró a la Plaza acompañada por el clásico “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, la concurrencia desbordaba el lugar. La Plaza es suya, desde que daban vueltas a la Pirámide reclamando por sus hijos; hoy están más acompañadas que nunca. La lucha inclaudicable de los organismos de derechos humanos fue reivindicada por el kirchnerismo, que levantó sus banderas, amparó a Madres y Abuelas, puso fin a las leyes de la impunidad e impulsó los juicios contra los genocidas.

Tras un largo recorrido a pura emoción y cántico, la columna de La Cámpora hizo su ingreso a la Plaza. "A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos...No nos han vencido", uno de los cánticos marcó el ritmo. Circulan entre ellos volantes con la frase recientemente pronunciada por el genocida Videla, en donde reconoció que "“Nuestro peor momento llegó con los Kirchner”. Del lado inverso, un dibujo que marcó historia, el de Néstor ordenando bajar el cuadro de Videla del Colegio Militar, con la consigna "Bajando un cuadro, formaste miles".

"Vengo a pedir perdón de parte del Estado Nacional por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia por tantas atrocidades. No es rencor ni odio lo que nos guía y me guía, es justicia y lucha contra la impunidad", expresó el entonces Presidente Néstor Kirchner, marcando una bisagra en la historia argentina. Ese discurso fue pronunciando en uno de los más terroríficos centros clandestinos de detención, la ex ESMA, que ese día fue econvertido en espacio para la memoria. Ese cambio de relato respecto a la dictadura impulsó a miles a sumarse al kirchnerismo, son palabras vivas y que reviven cada vez que se hace justicia.

Cristina dejó un mensaje durante el Día Nacional de la Memoria: "En memoria de las víctimas de la dictadura, en reconocimiento a las organizaciones de derechos humanos que construyeron el concepto cultural de Memoria, Verdad y Justicia y lo mantuvieron vivo, y en memoria del presidente que lo hizo posible". Y también recordó las palabras de su compañero que ya son marca de esta época: “Que el 24 de marzo se convierta en la conciencia viva de lo que nunca más se debe hacer en la Patria. Que el 24 de marzo definitivamente deje en el brazo armado de la Patria la conciencia que esas armas, que orgullosamente portan, nunca más pueden ser direccionadas hacia el pueblo argentino”.