Con
una visión integral del concepto de inclusión social, el kirchnerismo impulsó
cambios en materia de no discriminación a los discapacitados y atención a la diversidad. En ese sentido,
el Inadi tomó un protagonismo en este cambio de época y muestra de ello fue la
charla que brindó para los militantes de La Cámpora Comuna 12 y los vecinos el miércoles 17 de julio en
la unidad básica "El Amor y la Igualdad".
Convocada
desde La Cámpora Integra, el espacio de asesoramiento jurídico social para personas con discapacidad, el
encuentro contó con la presencia de Alfredo Bertola, coordinador del área
de discapacidad en el Inadi y asesor en temas de discapacidad del Afsca, y de Facundo Ferro, quien trabaja en el mismo área. Militantes y vecinos se interiorizaron en diferentes cuestiones sobre discriminación y los avances logrados en esta década ganada.
Tras definirla como una forma social de superioridad que posiciona al "otro" como deficitario o peligroso, los invitados dieron cuenta de las dos formas en que se expresa esa conducta discriminatoria: la total indiferencia, por la que el otro no existe, se lo invisibiliza y se lo percibe como potencialmente peligroso y, por el otro la visión parcial, expresada en la televisión, en donde los discapacitados son mostrados sólo desde ese lugar, marcando barreras en la construcción de sentido.
Mientras el gobierno nacional adhirió a la Convención sobre los Derechos Humanos
de las Personas con Discapacidad, que se contrapone al modelo
hegemónico rehabilitador que considera a los discapacitados como enfermos y estimula las actitudes asistencialistas tratandolos como
"pobrecitos", en la Ciudad de Buenos Aires hay varios impedimentos en la accesibilidad en los edificios
públicos y para transitar en el espacio.
Se remarcó que si la sociedad no pusiera barreras, no habría discapacidad. Y, como se dice que hay que empezar "por casa", los compañeros colocaron una rampa para que todos tengan la posibilidad de acceder a la unidad básica. Asimismo, se hizo hincapié en las denominaciones: no se dice ni discapacitado, ni persona con capacidades especiales, ni persona con necesidades especiales ya que todos las tenemos; se dice persona con discapacidad. Tampoco se dice sordo, ciego,
autista sino persona con sordera, ceguera, autismo.
Por último, remarcando que desde el Instituto se promueve la visión no reducir a la
persona a su discapacidad sino a tomarla como un todo, se destacó que, coherentemente con el proyecto nacional y popular en materia de políticas públicas, desde el Inadi se trabaja con el paradigma de la ampliación de la autonomía y
los derechos humanos.
Mientras el gobierno nacional adhirió a la Convención sobre los Derechos Humanos
de las Personas con Discapacidad, que se contrapone al modelo
hegemónico rehabilitador que considera a los discapacitados como enfermos y estimula las actitudes asistencialistas tratandolos como
"pobrecitos", en la Ciudad de Buenos Aires hay varios impedimentos en la accesibilidad en los edificios
públicos y para transitar en el espacio. 
Se remarcó que si la sociedad no pusiera barreras, no habría discapacidad. Y, como se dice que hay que empezar "por casa", los compañeros colocaron una rampa para que todos tengan la posibilidad de acceder a la unidad básica. Asimismo, se hizo hincapié en las denominaciones: no se dice ni discapacitado, ni persona con capacidades especiales, ni persona con necesidades especiales ya que todos las tenemos; se dice persona con discapacidad. Tampoco se dice sordo, ciego,
autista sino persona con sordera, ceguera, autismo. 
