Para culminar un año de intenso trabajo territorial y en vísperas de los festejos de fin de año, los compañeros de La Cámpora y del PCEE Comuna 12 organizaron el Festival y la Feria Popular "Mil Flores" el domingo 21 de diciembre en la plaza de la estación Villa Pueyrredón. Por la tarde, los puestos de la red de emprendedores comenzaron a desplegarse a lo largo y ancho de la plaza de Cabezón y Bolivia.
Poco a poco numerosas familias y jóvenes se fueron acercando para hacer compras y disfrutar de los números artísticos que se presentaron en la jornada. Unos 70 puestos ofrecieron indumentaria, crochet, accesorios, reciclados, artículos para el hogar, juguetes, comidas, cortes de pelo, entre otros, a precios populares.
También se entregó material de políticas públicas y hubo un taller de plástica para los más chicos. Los compañeros juntaron cientos de firmas para que una vez por mes se pueda realizar en ese espacio la Feria Popular.
Tango, rock y murga musicalizaron el domingo, un día de sol pleno, bien peronista, que convocó a cientos de personas que poblaron el espacio público y compartieron una jornada militante en familia, en el que muchos resultaron ganadores del sorteo de canastas con productos de los mismos emprendedores.
Luego de algunas presentaciones musicales, subieron al escenario los responsables de La Cámpora en Villa Pueyrredón y del PCCE, Nicolás Barranco y Julia Dorín respectivamente. Tras destacar del trabajo en conjunto con el PCCE del que esta actividad también es reflejo, Barranco explicó que la feria de emprendedores "tiene que ver con nuestra visión de país, con una economía en función de lo social y no del libre mercado como pregonan algunos". Asimismo, remarcó que llevamos 31 años ininterrumpidos de democracia y que durante los 11 años de gobierno kirchnerista se afianzaron derechos en materia social y de derechos humanos. "Si a alguno se le ocurre dar un paso atrás con eso nosotros vamos a ser la garantía de defender estos logros", arengó.
Poco a poco numerosas familias y jóvenes se fueron acercando para hacer compras y disfrutar de los números artísticos que se presentaron en la jornada. Unos 70 puestos ofrecieron indumentaria, crochet, accesorios, reciclados, artículos para el hogar, juguetes, comidas, cortes de pelo, entre otros, a precios populares.También se entregó material de políticas públicas y hubo un taller de plástica para los más chicos. Los compañeros juntaron cientos de firmas para que una vez por mes se pueda realizar en ese espacio la Feria Popular. Tango, rock y murga musicalizaron el domingo, un día de sol pleno, bien peronista, que convocó a cientos de personas que poblaron el espacio público y compartieron una jornada militante en familia, en el que muchos resultaron ganadores del sorteo de canastas con productos de los mismos emprendedores.
Luego de algunas presentaciones musicales, subieron al escenario los responsables de La Cámpora en Villa Pueyrredón y del PCCE, Nicolás Barranco y Julia Dorín respectivamente. Tras destacar del trabajo en conjunto con el PCCE del que esta actividad también es reflejo, Barranco explicó que la feria de emprendedores "tiene que ver con nuestra visión de país, con una economía en función de lo social y no del libre mercado como pregonan algunos". Asimismo, remarcó que llevamos 31 años ininterrumpidos de democracia y que durante los 11 años de gobierno kirchnerista se afianzaron derechos en materia social y de derechos humanos. "Si a alguno se le ocurre dar un paso atrás con eso nosotros vamos a ser la garantía de defender estos logros", arengó.
Por su parte, Dorín detalló en qué se basaba la feria de microemprendedores que se realizó al aire libre, en línea con la impronta que viene teniendo el trabajo militante articulado con organizaciones sociales, con instituciones y otros actores territoriales. La integrante del PCCE reivindicó la ocupación de los espacios públicos y el fomento de la cultura y puso de relieve que en este marco, hace unos días, se había aprobado una ley de centros culturales.
En un ir y venir constante, la plaza estuvo colmada desde temprano por la tarde hasta el anochecer. El cierre fue a puro ritmo murguero, en otra muestra de la reapropiación de estos espacios a partir de la iniciativa de militantes y actores sociales de los barrios.
