miércoles, 4 de marzo de 2015

1M: Todos con Cristina!

La marea humana ocupó la Plaza de los Dos Congresos, desbordante, alegre, con esa mística que se fue generando en estos 12 años de tantas conquistas alcanzadas, entremezcladas con resistencias y luchas incansables. En medio de esa multitud atenta que escuchaba y alentaba a Cristina en su último discurso en la Asamblea Legislativa, estuvieron presentes los compañeros de La Cámpora Comuna 12, llegados desde Villa Pueyrredón y Saavedra con sus flameadores y la alegría de ser parte de una nueva fiesta popular.
Convocados desde temprano, los militantes se encolumnaron sobre la Avenida Rivadavia, haciéndose lugar en esa plaza colmada donde todos estaban expectantes por esta jornada histórica. Personas que fueron “sueltas” con familias e hijos combinadas con sectores organizados o encuadrados, todos dijeron presente.

A poco de empezar, del cielo comenzaron a caer gotas, que lejos de amainar a los presentes, le dieron un clima a esta movilización ya de por sí emotiva. La euforia se contagió con los anuncios de la reestatización de los trenes y cuando la jefa hizo una férrea defensa de su rol en la causa AMIA, mientras cuestionó al Partido Judicial.
Durante las casi cuatro horas de discurso, donde Cristina reivindicó las gestiones y avances en cada área del Estado, el pueblo convocado siguió atentamente lo que la Presidenta desarrollaba, se emocionó, rió y lloró al escuchar el recorrido de más de una década ganada, que plantea un horizonte de lo que queremos ser de acá en más.
"Es verdad, no será un país cómodo para los dirigentes, dejo  país cómodo para la gente. Va a ser incómodo, sobre todo, si piensan sacarle los derechos adquiridos a la gente”, fue la consigna del final que quedó sonando como eco mientras se entremezclaba con los cánticos fervorosos que dicen "vengo bancando este proyecto, proyecto nacional y popular, te juro que en los malos momentos, los pibes siempre vamos a estar...".
Ese puente generacional del que habló Cristina ayer la abrazó para no soltarla más, para dar fe de que este cambio de época que empezó a concretarse desde el 2003 es una realidad efectiva y es irreversible.