martes, 1 de noviembre de 2016

Monólogo "Evita tumbera": el teatro como vía de escape

Con el humor y la desfatachez que la caracteriza, la actriz y "dramaturra", como ella se define, Carolina Iannuzzi, desparramó su energía en la unidad básica "El Amor y la Igualdad" durante la presentación de su monólogo "Evita tumbera" el sábado 29 de octubre. Con gran convocatoria de militantes,vecinos y muchos que se acercaron por primera vez a la básica, la actividad fue organizada por la Red Cultural Comuna Goyeneche. La puesta consistió en relatos y anécdotas que Iannuzzi vivió trabajando como coordinadora de talleres de teatro en cárceles durante los últimos 8 años. 
"Bienvenidos a su unidad básica", rompió el hielo, "un sábado primaveral en este infierno de 4 años", provocó. Tras ello, dio paso a "desmitificar" prejuicios que circulan sobre los  y las cárceles. Por ejemplo, cómo tratan a las mujeres en los pabellones de hombres: lejos cualquier grosería, lo más subido de tono que recibió fue un: "Qué linda que es profe" y otro preso que le reveló que se sentaba cerca de ella para sentir "su olor de mujer". 
En sentido, planteó que "la ficción le hizo mucho daño a la idea de la cárcel", marcando que se trata de una institución más que "está bueno visibilizar". Admitió que sí se caen a pedazos como se refleja en las ficciones. Sobre el ingreso, graficó que "siempre hay una reja que se abre adelante tuyo y otra que se cierra detrás", para dar la imagen de encierro absoluto.
Entre sus relatos se hilvanaron episodios de un desalojo que sufrió en medio de una clase porque en un pabellón "pudrió todo", otro de cómo convenció al director de un penal para dar un taller de acrobacia en plena cárcel y aquel de cómo se involucraron sus alumnos en la puesta de "Hamlet". 
Luego tuvo lugar la proyección de imágenes del Decreto 1.523, de 1968, durante la dictadura de Onganía: el Reglamento del Orden Disciplinario del Servicio Penitenciario. " vgente aún tras la década ganada", alarmó. Con mezcla de absurdo y temeridad por leer algunos extractos de lo que se consideran faltas para los penitenciarios, los presentes fueron interiorizándose en la lógica carcelaria. 
"No faltar a la verdad", "No presentarse ebrio en público", "No usar cabello corto", "Permitir la introducción, tenencia o circulación dentro de la unidad de impresos subversivos o pornográficos" (considerado falta gravísima a la seguridad), fueron algunas de las figuras que los asombraron en pleno siglo XXI. 
Por último, Iannuzzi proyectó imágenes de las obras teatrales que realizó con presos y presas en sus distintos talleres, donde el color, la alegría y entusiamo se reflejan en sus caras. La actriz dio cuenta del compromiso de sus alumnos con el taller, por el que eran capaces de suspender su hora semanal de patio y fútbol para ensayar. 
Como cierre, reveló que lo más lindo que le dijeron en su vida fue en ese espacio de encierro: como no sabía si tendría continuidad este año dando los talleres, un preso le espetó con firmeza: "Mirá tana, si a vos no te renuevan el contrato, prendemos fuego los colchones", toda una definición de principios.